lunes, 29 de abril de 2013

Prueba superada

Este fin de semana nos "dividimos" entre España y Suecia.

Antón se quedó en Norrköping, un poco a su pesar; la incompatibilidad entre los horarios de trabajo y de los vuelos no nos dejaron demasiadas alternativas. Eso sí, visto por el lado positivo, se quedó disfrutando de su piano y su bicicleta, que, entre otras cosas, llegaron, por fin, el pasado miércoles en el camión de la mudanza.

Yo, por mi parte, viajé a Madrid para completar el reto en el que he estado concentrada últimamente: mi primer maratón.

El tiempo acompañó. La lluvia nos respetó y la temperatura, aunque fría para pasear o hacer turismo, fue perfecta para hacer más llevaderos los 42 km corriendo.

Como era de esperar, el recorrido no estuvo exento de momentos arduos, muy arduos. Pero en líneas generales, me lo pasé pipa corriendo por algunos de los lugares más emblemáticos de Madrid, sin tráfico, y muchos ratos acompañada por algunos de mis compañeros del Suanzes.

Al final, objetivo cumplido. Y yo me vuelvo a Suecia más feliz que una perdiz :)


martes, 23 de abril de 2013

Ubuntu

A los lectores con cierto bagaje en informática (por no decir frikis) les agradará descubrir que Suecia es un país donde las tecnologías de la información están muy arraigadas. Y una prueba de ello es que en los supermercados podemos encontrar la... ¡Ubuntu Cola!


Bueno, tal vez no sea ese el motivo... Además de dar nombre a una popular distribución del sistema operativo Linux, Ubuntu es toda una filosofía humanista de origen sudafricano que se suele asociar con el lema "yo soy porque todos somos". Es realmente este concepto y no el sistema operativo lo que da nombre a esta Coca-Cola "open source" con azúcares procedentes de de comercio justo.

sábado, 20 de abril de 2013

Preparando el desembarco

¡Por fin! Esta semana llegó al puerto de Estocolmo el contenedor que trae nuestras cosas. Si no hay ningún cambio, el próximo miércoles todo estará en su sitio en la nueva casa.

Según nos explicaron a la hora de hacer el empaquetado en Madrid, la empresa local de mudanzas se encargará de desembalar todos los bultos y cajas, dejar cada mueble u objeto instalado en el lugar que escojamos y retirar los cartones, plásticos u otros materiales sobrantes al finalizar. En sus propias palabras: "Se ocupan de todo excepto de colgar los cuadros". Suena bien.

Claro que, para ello, habremos de darles instrucciones precisas de dónde debe ir cada una de los paquetes que descarguen. La ubicación definitiva hemos de tenerla decidida de antemano. ¿Y cómo sabremos dónde viene cada cosa y qué tiene cada caja en una mudanza de 128 bultos y un mes después de iniciado el proceso?

Pues todo está previsto. El personal de la empresa de mudanzas elaboró un inventario al tiempo que recogía nuestros enseres. Un listado de 12 páginas donde se detalla uno a uno cada paquete: su número de identificación, qué contiene y en qué lugar de la casa se encontraba dicho contenido, el tipo de embalaje utilizado y algunos comentarios adicionales.
























Cada caja dispone de una pegatina que permite saber con cuál de los elementos del listado anterior se corresponde, identificando así con exactitud qué viene dentro.


Así que, entre nuestras ocupaciones para este fin de semana, se encuentra la de coger el inventario y anotar al margen el lugar de destino de cada objeto.

¡Estamos ya impacientes por tener todas nuestras cosas aquí! Queremos tumbarnos en nuestro sofá, jugar con nuestros juguetes, sacar la ropa de primavera, y, sobre todo, ¡dormir en nuestra cama!

Este era el aspecto que presentaban la última vez que las vimos :)





jueves, 18 de abril de 2013

Curiosidades

"La" tienda de quesos de Norrköping. Pizarra de sugerencias (quizá ofertas) del día. Segunda línea: queso de Valdeón.

Como en casa...


domingo, 14 de abril de 2013

Chokladbollar

Nada como una tarde gris y lluviosa para iniciarse en la repostería sueca.

Estas bolas de chocolate cubiertas de coco rallado son tan fáciles de hacer como populares. Dicen que les encantan a los niños, no sólo por el sabor, sino porque pueden hacerlas ellos mismos. Pero los mayores no se quedan atrás; en cualquier cafetería uno puede comprobar que son un acompañamiento habitual del café o del té, tanto a media mañana como a la merienda.

Se pueden encontrar en prácticamente cualquier sitio: pastelerías, cafés, tiendas de golosinas, supermercados... ¡hasta en Ikea! Y como ocurre con todas las cosas, hay versiones buenas (y muy buenas), malas y regulares.

La apariencia puede recordarnos algo a nuestras trufas pero, en realidad, poco tienen que ver con ellas. Las chokladbollar se hacen a base de copos de avena, cacao, azúcar y mantequilla. Se aromatizan con café, zumo de naranja o licor, según gustos. Y finalmente, se cubren en coco rallado (es la forma más habitual, aunque también hay quien usa azúcar en granos gruesos o fideos de chocolate).



viernes, 12 de abril de 2013

El arte milenario del aparcamiento

No es frecuente por aquí que los edificios de viviendas tengan garaje. No sabemos si puede tener que ver con el hecho de que la mayoría de los edificios son bastante antiguos. O si quizá el tipo de suelo plantea algún problema a la hora de excavar varias plantas de sótano. O si a lo mejor existe alguna incompatibilidad entre el aparcamiento subterráneo y toda la nieve que cae aquí en invierno. O si tal vez esto no es más que una muestra de la simplicidad extrema que aplican a todo los suecos.

En ausencia de garajes, es de lo más normal que los vehículos se aparquen directamente en la calle haciendo uso de tarjetas de residente u otros abonos. A pesar de esto, resulta curioso ver que no es difícil encontrar sitio para el coche delante de casa, o un hueco donde parar mientras se hace un trámite rápido, o una plaza donde estacionar durante más rato, previo pago del importe correspondiente. No se ven coches en doble fila ni subidos a los bordillos ni obstaculizando pasos de peatones, carriles bici o zonas rebajadas de las aceras.

AHORA BIEN, aparcar es una actividad no exenta de riesgo que ha de hacerse con cuidado, atención y conocimiento de causa (lo que viene a ser una actividad para personas "viajadas" y "estudiadas").

No hay tramo de calle que no esté clasificado mediante una ristra de señales destinadas a "aclarar" quién puede aparcar y quién no en dicho tramo.

Un ejemplo:


Que vendría a querer decir lo siguiente:
  • zona destinada a aparcamiento
  • si no dispone usted de tarjeta azul o tarjeta de residente de la zona "Öster" o de abono P-kort 300, entonces, si desea aparcar entre las 8:00 y las 20:00 horas de lunes a sábado o entre las 8:00 y las 15:00 horas del domingo, debe abonar en el parquímetro el importe correspondiente (fuera de las horas indicadas puede estacionar sin coste)
  • si dispone usted de tarjeta azul o tarjeta de residente de la zona "Öster", puede aparcar usted sin coste adicional
  • si dispone usted de abono de tipo P-kort 300, puede usted aparcar sin coste adicional pero sólo un máximo de 24 horas (esto último no lo dice el cartel, pero hay que sabérselo)
  • el estacionamiento ha de hacerse en batería
  •  en ningún caso (tenga el tipo de tarjeta o abono que tenga) puede usted aparcar aquí entre las 9:00 y las 12:00 horas del segundo día de cada mes
  • lo descrito arriba afecta al tramo de calle indicado por la flecha (probablemente hacia el otro lado apliquen unas reglas totalmente distintas)
  • y ni si le ocurra obstaculizar el paso del tranvía
Ante semejante panorama, y teniendo en cuenta nuestras limitaciones actuales con el sueco, no os sorprenderá que os digamos que, al tercer día de estar aquí, pasó lo que tenía que pasar: nos pusieron una multa. Sí, a pesar de tener nuestra tarjeta de residentes y estar convencidos de que habíamos aparcado genial...

Entender de qué se le acusa a uno y cómo pagar el importe de la sanción es otro arte milenario. Pero ese, podría ser tema para otro capítulo.

miércoles, 10 de abril de 2013

Mañana de sábado en Söderköping

Söderköping es un lugar pequeño a tan sólo 16 km de Norrköping. Un bonito pueblo, de apenas 7000 habitantes, y, a menudo, destino escogido por la gente del entorno para los paseos de fin de semana.


A pesar de su reducido tamaño, suele hablarse de esta población en términos de ciudad debido a su pasado histórico. Además, en verano resulta ser un enclave concurrido ya que se encuentra en el tramo final del Göta Kanal y gran cantidad de embarcaciones de recreo pasan a través de las esclusas de Söderköping o incluso hacen parada en este lugar.

Un pequeño inciso para aclarar que el Göta Kanal es, como su nombre parece indicar, un canal. Fue construido a principios del siglo XIX, interconectando  varios ríos y lagos del sur de Suecia, para hacer posible el transporte de mercancías por barco desde la ciudad de Göteborg, en la costa oeste del país, hasta Söderköping, en la costa este. Hoy en día aún circulan mercancías por este canal pero la mayoría del tráfico es de ocio.
























Como muestra de su pasado, hay en Söderköping dos iglesias del siglo XIII. La de Drothem:
























Y la de S:t Laurentii, con su peculiar campanario que nos recordó a otros que ya habíamos visto en Suecia y en Noruega.



Volveremos a Söderköping pronto. Seguro. Desde allí salen varias rutas de trekking que no podemos dejar de investigar. Y nos queda pendiente una visita al que, según nos han contado, es uno de los mayores reclamos de la zona: la heladería  Smultronstället.  En esta época aún permanece cerrada pero, en breve, reabrirá sus puertas tras el invierno. ¡Cómo íbamos a perdernos semejante acontecimiento!





domingo, 7 de abril de 2013

Vuelta al cole

Esta semana me he reincorporado al trabajo en la oficina de Linköping. Ya tocaba, después de tantas semanas de preparativos, viajes, papeleos y demás. Mis nuevos compañeros, muy majetes ellos, ya me tenían un puesto preparado, ¡con plantita de bienvenida y todo!


jueves, 4 de abril de 2013

La primavera sueca

Es fácil, para unos novatos como nosotros, prometérselas felices después de semana y media de cielos despejados.

Pero dicen los lugareños que abril suele traer consigo alguna nevada y que, por estas tierras, no se considera oficialmente entrada la primavera hasta pasar cinco días seguidos por encima de cero grados centígrados.

Pues bien, no sabemos qué pasará con la nieve pero, si hacemos caso a la sabiduría popular y a la siempre fiable predicción de Meteoblue...


parece que sí está claro que la primavera aún no toca.

martes, 2 de abril de 2013

Oro parece, plata no es...

Además de para fotos y paseos, en estos días festivos también hemos dedicado tiempo a actividades menos bucólicas pero necesarias. Por ejemplo, bricolaje elemental.

 La casa, en general, está en buen estado, pero, a la espera de que llegue el contenedor de la mudanza con nuestras cosas (que ya estamos echando bastante de menos) aprovechamos para colocar bombillas, hacer un pequeño arreglo en el baño y tapar los agujeros que utilizaron los anteriores inquilinos para colgar sus cosas. A juzgar por el número de huecos que hemos rellenado, su colección de cuadros y la del Louvre debían rivalizar en número de obras.

¡Hay que ver cómo cuatro cambios insignificantes como estos pueden producir la sensación de haber hecho una mejora sustancial!

Por otra parte, yo empezaba a tener ganas (por no decir mono) de enredar un poco en la cocina. Condicionada por los pocos utensilios de que dispongo en estos momentos e influenciada por la época y el ambiente festivo, me vino a la cabeza una idea que vi hace tiempo en uno de los blogs que leo habitualmente, y que me quedé con ganas de probar: el brownie en cáscara de huevo.

Sí, sí, el archiconocido brownie, ese bizcocho denso de chocolate, metido dentro de una cáscara de huevo de verdad. Por fuera, un huevo corriente y moliente y, al romper la cáscara... ¡sorpresa!
























Es merecedora de mención especial la increíble habilidad de Antón para vaciar los huevos por un pequeño orificio en la parte inferior, que previamente había realizado con el sacacorchos de su navaja multiusos.
























La decoración tuvo sus más y sus menos. Eso de pegar una cinta sobre una superficie curva sin que te salgan pliegues por todos lados tiene su enjundia. Pero al final, no quedaron mal del todo.


Ni que decir tiene que, llegado el momento de probarlos, duraron un suspiro.

 ¿Os habéis fijado en qué luz tan chula tenemos en casa para hacer fotos?







lunes, 1 de abril de 2013

Ya "sólo" quedan 7 km más

Este post es, sobre todo, para mis compis de carreras de Madrid que saben que sigo aquí, terca como soy yo, preparando el maratón.

Estoy muy contenta porque ayer completé con éxito un hito clave del entrenamiento: los 35 km de "ensayo" de la carrera. Lógicamente, no  fue un paseo. A partir del kilómetro 28 se dejó notar el cansancio físico y, en especial, el desgaste mental de las alrededor de tres horas y media corriendo en solitario. Pero una vez acabada la sesión, hicimos vida normal el resto del día, con paseo y todo incluido, lo cual creo que es un buen síntoma...

Menos mal, eso sí, que Antón me ayudó con el avituallamiento. Cada 12 ó 15 km, le hacía una llamada perdida y allí me bajaba él, a la puerta de casa, en pantalón de pijama, con el agua y el tentempié para que yo no tuviera que pararme. ¡Santa paciencia que tiene conmigo!

Bueno, prometo que lo próximo que publiquemos será más de interés general, para todos los públicos :)