viernes, 30 de agosto de 2013

De paseo por el metro

Hoy ha sido mi último día de trabajo en Estocolmo. Mañana regresaremos a casita, a Norrköping. Pero antes de volver, unas cuantas fotografías hechas en el metro a lo largo de este verano. 

Por qué en el metro? Porque a menudo este se encuentra en las primeras posiciones de las listas de los más bonitos de Europa. Desde los años 50 hasta la actualidad, unos 150 artistas han participado en la decoración de gran parte de las estaciones. El resultado es una especie de museo gigante, bajo tierra, con el que deleitarse a diario.









miércoles, 21 de agosto de 2013

El gran éxito del verano: la barbacoa


Con un título como este podría perfectamente tratarse de un reportaje sobre canciones horteras. Pero no, lo que viene es un post sobre usos y costumbres. Y si hay una costumbre extendida aquí durante los meses de buen tiempo, es la de prepararse la comida sobre una parrilla (rivalizando en popularidad y adeptos con la de comer helados).

Y me diréis que menuda novedad, que eso de hacer barbacoas en verano no es cosa del otro jueves. Cierto. La diferencia es que aquí las organizan constantemente, a cualquier hora y en cualquier lugar, público o privado. En el campo, en un parque cualquiera en el medio de la ciudad, en el balcón de casa, en las zonas comunes de los edificios de viviendas, delante de la oficina... Todo lugar parece adecuado para poner el chuletón (o lo que toque) al fuego.

Os prometo (no es broma) que un día vi a unos que, no debiendo tener balcón en casa, se habían instalado en el descansillo de unas de estas escaleras de emergencia exteriores. Parecían ser, todo hay que decirlo, estudiantes.

He aquí un jardín típico en un edificio cualquiera de una ciudad, con su rincón de barbacoas.



Y tal cual las veis, ahí se quedan, de una vez para otra, igual que las bicicletas.

Además del modelo clásico (que no sé quién lo habrá inventado pero menudo éxito, porque ha llegado a todo el mundo) proliferan las "portátiles", de patas pequeñas. 



Dentro guardan la comida que luego van a cocinar cual fiambrera gigante, le ponen la tapa, la agarran por el asa y ahí van, de paseo con ella. No es extaño ver a gente con una por la calle, en el tren o a la cola de un ferry con destino a alguna islita. Debe ser por eso que las hacen en tantos colores y tan bonitos, para que sean fáciles de combinar, como cualquier otro complemento.

Como toda ciencia, esta de la cocina al aire libre también requiere experimentación y formación continua. Y si se acaba la inspiración, basta con dirigirse a cualquiera de las cadenas de supermercados clásicas y hacerse con su recetario especial para barbacoa: todas tienen uno!






























Como reza el título de la derecha: "todo puede hacerse a la parrilla": carnes, pescados, verduras, frutas... hasta la pizza si se utiliza una piedra de hornear (mira por dónde, a lo mejor descubrimos otro forma más para utilizar la nuestra).


Y por último, lo que yo diría es la prueba definitiva del alcance de este fenómeno parrilero: "Grillarmästarna", o lo que es lo mismo la versión barbacoa del programa MasterChef.


Están o no están un poquito obsesionados?



martes, 13 de agosto de 2013

De libros y mapas

El fin de semana pasado, además de dormir como lirones y salir a pasear y acabar, como siempre, caminando horas y horas, kilómetros y kilómetros (no sé qué clase de gen nos impide movernos en trayectos cortos), también saqueamos la Kartbutiken (una completa tienda de mapas y libros de viajes). Así que ahora estaremos entretenidos un rato mientras digerimos el botín.



























Normalmente somos un peligro cuando andamos sueltos por establecimientos de este tipo. Nos podemos pasar el día ojeando mapas, guías, libros de fotos o literatura de viajes. Pero de esta vez llevábamos un propósito bastante claro, así que fuimos al grano y salimos de allí antes de que no surgieran más "necesidades".

En nuestra bolsa, valiosa información para actividades inminentes:

- Senderismo y cicloturismo por la región. Antón tiene más vacaciones que yo este año, así que, en breve, irá de avanzadilla a explorar el territorio. El primer vistazo al mapa de caminos para bicis promete...

- Visita relámpago a Budapest. Parece que mi nueva empresa tiene por costumbre organizar todos los años un viaje para los empleados y esta vez toca la capital de Hungría, donde todavía no he tenido el gusto de estar. Serán sólo tres días, con una agenda apretada de actividades lúdicas y turísticas, pero en cualquier caso, mejor ir informada.

A leer se ha dicho!




miércoles, 7 de agosto de 2013

El domingo pasado, de manera un poco improvisada, nos fuimos en busca de una nueva perspectiva de Estocolmo: a 121 metros de altura y con las piernas colgando.



La torre de Eclipse, uno de los principales reclamos del parque de atracciones de Gröna Lund, coronada con su característica esfera dorada, es claramente visible desde muchos puntos de la ciudad. Resulta llamativo verla sobresalir por encima de los árboles y del castillo de Kastellholmen. Pero aún más llamativo es el hecho de que esos puntitos girando en torno a la estructura central son personas sentadas en unas simples sillas metálicas, suspendidas de cadenas. O lo que es lo mismo, las clásicas voladoras (o sillas voladoras, o cadenas) pero a una altura de impresión.

Esta atracción no es exclusiva de Estocolmo sino que está presente en otros parques de atracciones (incluido el de Madrid). Pero el dato de ser la más alta del mundo, para qué vamos a negarlo, tiene su atractivo. Por eso, y por lo "poco" que nos gusta a nosotros subirnos a las alturas, era sólo cuestión de tiempo que acabáramos allí sentados.



La experiencia es absolutamente recomendable, eso sí, para quien no tenga el más mínimo atisbo de vértigo. El cacharro sube rápido y enseguida se empieza a notar el efecto del viento. Al no estar rodeado de una estructura voluminosa, se tiene la impresión de que es fácil escurrirse en cualquier momento de ese asiento de aspecto precario. Y sin darte cuenta, te agarras con fuerza a las cadenas, como si eso pudiese salvarte en caso de accidente. Una vez uno se abstrae de las sensaciones iniciales, las vistas son impresionantes y los dos minutos que dura la sesión saben a poco.


















Tan a poco nos supo, que antes de irnos nos hicimos una ronda completa por las montañas rusas. Tanto Antón como yo, no íbamos a un parque de atracciones desde hace un montón de años y lo pasamos como enanos. No se nota, verdad?


lunes, 5 de agosto de 2013

Ya tenemos puestas de sol

Después de una temporada acostándonos con luz y levantándonos aún con más luz, a estas alturas del verano empieza ya a notarse como los días se van acortando progresivamente.

En estos momentos tenemos oscuridad, aproximadamente, entre las diez y media de la noche y las cuatro de la mañana, lo que nos permite empezar a ver puestas de sol e incluso, las estrellas.





















Es cierto que este acortamiento de los días hará que en unos meses las noches sean muy largas. Pero de momento, la parte positiva es que, aprovechando que las temperaturas son buenas, podemos por fin sacar el telescopio y ver qué pinta tiene el cielo por estas latitudes.

Por lo demás, hemos tenido un fin de semana de lo más entretenido, con excursión, actividades divertidas y muchas fotos. Eso sí, ahora estamos para el arrastre. Así que vamos a dejar el "revelado" para mañana y la crónica para los próximos días.

Feliz semana!